3.- No caigas en la tentación de mirarle a escondidas el móvil, el ordenador…
Si lo haces, pierdes la razón que tienes.
El fin no justifica los medios. En todo caso es mejor que, eventualmente (no lo hagas costumbre), le pidas a tu pareja que te enseñe ella misma algo que necesitas ver para estar más tranquilo (algún mensaje, por ejemplo).
Si no quiere quiere hacerlo está en su derecho, y eso tampoco significa que tenga algo que ocultar.
Todos necesitamos nuestra intimidad y nos sentimos incómodos si alguien lo invade.