5.- No actúes por despecho.
Piénsalo dos veces antes de reaccionar haciendo algo a modo de “venganza” para conseguir que tu pareja sienta celos, igual que tú.
En ese momento puede que te sientas aliviado, pero a la larga los puede perjudicar a los dos.
De esta manera sólo desvías el foco de atención del problema y lo engrosas: en lugar de hablarlo y madurarlo, provocas más confusión.
Piensa antes de hacer o hablar
En definitiva, ¡intenta pensar antes de hacer o de hablar! Los celos son totalmente emocionales e irracionales, nos salen de nuestra parte más profunda e instintiva.
En realidad, son adaptativos: evitan que se produzca una infidelidad, manteniendo a nuestro lado a la pareja y asegurando la reproducción de nuestros genes. ¡Pero ya no vivimos en las cavernas!
Tenemos que intentar poner un poco de cabeza y, aunque nos sintamos amenazados, procurar dejar de lado el acaloramiento para poder dialogarlo y actuar con sensatez.