Alberto Estrella se confesó un enamorado de la “novia de México”, durante su adolescencia, a quien admiraba sin igual, mostrándose como un coleccionista de sus producciones discográficas.
Sin embargo, ese amor por Angélica María fue ignorado por ella, debido a que una vez asistió a una puesta en escena y la esperó al finalizar la obra. Emocionado recuerda que fue en búsqueda su autógrafo.
Estrella relata el momento en el que habló con ella y pudo animarse a pedirle un beso, pero de repente la artista se comportó extrañamente, negándose a la solicitud, allí se le rompió el corazón.