Luego que el bombón manifestara que no tiene absolutamente nada de qué avergonzarse, pues someterse a cirugías o tratamientos para embellecerse es parte de la cotidianeidad, es el polémico comunicador quién se le va con todo.
Sin reparo alguno, Gustavo Adolfo Infante sentenció que Dios dijo “Ayúdate que yo te ayudaré”, haciendo mención a que Ninel Conde no debía estarse haciendo arreglos en público, sólo por conseguir un descuento.
Infante dejó claro que todos pueden hacer un intercambio publicitario, pero en un tema tan delicado como el de practicarse retoques estéticos, no, instándola a que es mejor que pague lo que cuesta el tratamiento.