Sin duda alguna siempre será difícil críar a un hijo, no importa si este es el primogenito o el segundo ya que no todos los hijos son iguales y no me refiero al físico,hablamos de la manera de ser, el carácter que tienen, cuando los hijos crecen se presentan los problemas de conducta en donde debemos de tener toda la paciencia del mundo para no caer en errores como los que vamos a mencionar más adelante recuerda que los golpes se podrán borrar pero las palabras no se borran y permanecen en la memoria de nuestros hijos convirtiendose en traumas más adelante.
1.Malas Palabras
Las malas palabras son de uso exclusivo para los adultos y si un adulto habla con palabras ofensivas a un niño hará que este sea así en su vida adulta.
2. Insultos
Los insultos sólo causarán sentimientos de dolor y aumentarán la ira, las cuales marcarán a tu hijo y pueden afectar en gran medida sus relaciones y autoestima en los años venideros, es por esto que debes de hacerle saber a tu hij@ que son un equipo y que lo importante es su bien.
3.”Nunca te quise” o “¡Me gustaría nunca haberte tenido!”
Lo peor que puede decír una madre o un padre a su hijo esta oración puede llevar a que el niñ@ no sea seguro y tenga un autoestima bajo, el no es el culpable de venir a esta tierra.
4.”Fuiste un error”, o “¡Arruinaste mi vida!”
Cada quién se arruina su vida como quiere, los hijos no arruinaron nada, repetiremos el punto anterior ellos no pidieron nacer y por lo tanto es la consecuencia de tus acciones y no debes echarle la culpa a él del porque sería él, la persona que arruino su vida.
5. Las comparaciones
Muchas Mamas suelen comparar a sus hijos con los hijos de otras personas sin pensar en el mal que pueden estar ocasionando, en el niño pueden despertar sentimientos de envidia hacia la persona con la cual la comparan.
6.”Te odio”, o “¡Yo no te quiero!”
Ambas afirmaciones son tan inútiles y carentes de tacto, que terminan por crear una mayor brecha entre tú y tu amado hijo. Inclusive si son ciertas nunca se deberían decir. Y, de hecho, si lo sientes, ello significa que ambos necesitan buscar ayuda profesional.
7.”¡Cállate, no me importa!”
Escuchar es mucho más difícil y mucho más importante que hablar. Lo que causó la discusión original es probablemente un problema de comunicación, así que reforzar esta idea simplemente va a agravar la situación.
8.”Me voy”, o “¡No voy a volver!”
Tu hijo te necesita, no importa lo mucho que diga que no es así. No le des a tu hijo una razón para sentirse abandonado.
Igual el hecho de la separación aquí influye mucho porque la persona que deja la casa suele usar esta frase de “No voy a volver jamás”, lo importante ya no eres tú, ahora es tu hijo recuerda que el daño es para él o ella.
9.”¡Fuera de la casa!”
Arrebatarle esto no solo es contra la ley, sino que causa daños catastróficos a la relación que hay entre ambos. Y quizás tu hijo no esté muy dispuesto a regresar a casa una vez que tú te hayas calmado.