Pasado el mediodía de este domingo, 4 de agosto, el actor entró a la iglesia San Miguel del Espíritu Santo, en Comala, México, cargando el ataúd de su pequeño guerrero.
Frente a todos y quebrado en llanto, Ferdinando Valencia agradeció las muestras de solidaridad y cariño recibidas. Ante el altar y acompañado de su esposa Brenda Kellerman, el mellizo de Dante, Tadeo, y su hija mayor Sofía.
El histrión mexicano, visiblemente afectado, señaló que estaba feliz por cada uno de los días de vida que pasó junto al bebé, asegurando que pese a no ser un ejemplo, quiere que otros vean y puedan aprender de su experiencia.