A los 15 años la artista enfrentó una situación que se ha convertido en el común denominador de las adolescentes en latinoamérica, y es que esa corta edad, dejó de ser una niña y asumió una responsabilidad al quedar en estado.

En este sentido, Jenni Rivera aceptó que fue una gran decepción para su madre Doña Rosa y una gran tristeza para su padre Don Pedro Rivera, por lo que su mente se nubló llegando a pensar incluso en interrumpir su embarazo.

No obstante, fue una opción fugaz, y decidió tener a Chiquis, a quien durante la entrevista califica como su compañera, su sostén, su mano derecha en todo.
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