https://www.youtube.com/watch?v=0l3xOxn1i_w
Y un dato curioso: los derechos por el uso de las cincuenta marcas que registró, para un rango de productos que van desde ropa a utensilios de cocina, pasando servicios de publicidad y entretenimiento. Si alguien quisiera, por ejemplo, abrir un bar y llamarlo “El Noa Noa” como el antro de la cuidad Juárez en el que se dio a conocer y que inmortalizó en una canción, tendría que pagar a sus herederos.