La presencia de la venezolana en la alfombra roja de los Premios Arlequín, causó tremendo alboroto entre los representantes de los medios de comunicación y los guardias de seguridad que impedían el trabajo periodístico.
Marjorie de Sousa al ver el zafarrancho que se armó pedía a los reporteros, casi entre lágrimas guardar la calma, ya que ese tipo de situaciones la desesperan.
Allí fue cuestionada sobre la sentencia del juez que se dio a conocer hace unos días, en la que se obliga a su ex Julián Gil destinar el 20% de sus ingresos para la manutención de Matías, el hijo de ambos, además de que ya podrá obtener el pasaporte. Sin embargo, ella seguía pidiendo que no forcejearan dejando saber que no tocaría temas personales.