En las tablas de la casa de madera pintada de salmón se ven las marcas de la fuerza que emplearon los vecinos para tratar de arrancarlas por la “desesperación” de apagar el fuego que se inició a las 8:30 de la noche del martes en el interior de la humilde vivienda del sector Loma Roja, en el barrio Me Quejo. Y en los ojos de las personas que intentaron ingresar para evitar que las llamas se propagaran, el desconcierto se transforma en “ira”.