Como todo hijo tuvo desencuentros con su madre, Sin embargo ninguno de estas situaciones alcanzó a sobrepasar el amor que se tenían.
Hoy, frente al féretro de su amada Flor Silvestre, Pepe Aguilar se deshizo en halagos hacia ella, y sin ocultar sus lágrimas recordó los momentos en los que no hubo acuerdos entre ellos.
Verla con las uñas tan largas o que no aprendiera el inglés, pese a que ñ se tomó el tiempo de enseñarla, eran algunas de las discusiones que tenían.
Sus palabras evidenciaban la adoración que siente el intérprete por su madre, y la tranquilidad que le da saber que ella se fue consciente de qué estaría al lado de su gran amor Don Antonio Aguilar.